jueves, 21 de agosto de 2014

                                                                     Historia de Sonora
Sonora ha sido testigo de grandes cambios históricos para el país, artífice de magnos eventos revolucionarios, grandes luchas indígenas y un espacio de transito comercial muy importante en México.
Esta región es objeto de estudio de arqueólogos e historiadores que continúan encontrando vestigios prehistóricos, huesos fósiles muy grandes que indican que en Sonora abundaban las zonas boscosas, que servía de guarida y paso migratorio, tanto de personas como de especies.
Esta tierra ha dado cobijo a un sinnúmero de inmigrantes europeos, asiáticos, americanos, indios y familias de todas partes del mundo que buscaban encontrar un hábitat similar al de su proveniencia, es así como se plantaron semillas de innovaciones tecnológicas en el campo y la fruticultura, minería, ganadería, procesos industriales, forja de hierro, tejido e hilado, nuevas herramientas para fabricar accesorios de guerra y otros grupos cuya labor fue fincar en muchos pueblos la religión que profesaban.
Un breve relato de nuestra historia
Sonora se constituyó como entidad Federativa por Ley del Congreso General el 13 de octubre de 1830, pero fue hasta el 14 de marzo de 1831 cuando se hizo efectiva y se instalaron las primeras autoridades.
Al crearse como “entidad”, Sonora y Sinaloa estaban unidas en el llamado Estado de Occidente, formado en el año de 1824 mediante Acta Constitutiva de la Federación.
Somos el resultado de las capitulaciones celebradas en marzo de 1637, entre el General Pedro de Perea y el virrey de la Nueva España, duque de Escalona.
El General de Perea, ante sus incursiones y conquistas, aseguró el dominio español en esta región que denominó la “Nueva Andalucía”.
El nombre de Sonora se impulsó hasta 1648.
Una gran aventura de conquista misionera se llevó a cabo en Sonora cuando prevalecían grupos étnicos que profesaban otras prácticas religiosas; aquí se realizaron fabulosas campañas de concientización, largos trayectos a caballo por lugares abruptos y eminentemente desérticos, luchas frontales con grupos extraños que se dedicaban al saqueo a transeúntes, capacitación moral y técnica y muchas cosas que fincaron las bases del cambio a niveles regionales, dónde poblados enteros se fueron transformando bajo éstas expectativas, todo ello nos inculcó el Padre Jesuita Don Eusebio Francisco Kino, con sus 40 expediciones a lo largo de 24 años, dejando así un gran legado de obras y rutas ampliamente reconocidas.
Fue fundador y organizador de las misiones del norte del estado, como la Pimería Alta; cabe mencionar que en todo su trayecto construyó un sinnúmero de iglesias, como parte de su gran legado.
26 años después de la Consumación de la Independencia de México, Sonora sufrió la pérdida de una importante parte de su territorio. Cuando se declaró la guerra con Estados Unidos en 1847, perdimos más del 50 por ciento de sus tierras, 109 mil 574 Kilómetros cuadrados, en el “Tratado de La Mesilla”.
En la época de la Reforma, el Estado sufrió otra invasión en marzo de 1865 del Ejército Francés. La batalla se libró en Álamos, por ello se le denomina “La Batalla de Álamos”.
A Hermosillo llegaron también grupos de soldados Franceses que fueron desalojados en 1866. En estas batallas sobresalieron los generales republicanos Ignacio Pesquería, Jesús García Morales y Ángel Martínez.
Ya en la época de la Revolución, Sonora destacó como la cuna de la Revolución por ser el lugar donde se levantó el primer movimiento obrero con la huelga de Cananea en 1906, inspirando posteriormente la huelga de Río Blanco en el estado de Veracruz y luego la lucha armada de 1910, cuando inició la Revolución Mexicana.
En 1929 los generales sonorenses Álvaro Obregón, Abelardo L. Rodríguez, Benjamín Hill y Plutarco Elías Calles, elaboraron el “Plan de Agua Prieta” el 13 de abril de 1920, en contra del Presidente Venustiano Carranza.
A partir de este mismo año cuatro sonorenses ocuparon la presidencia de la República: Adolfo de la Huerta en 1920; Álvaro Obregón en el mismo año; Plutarco Elías Calles en 1924 y Abelardo L. Rodríguez en 1932.
La historia de Sonora está llena de capítulos de gran relevancia que nos hablan de un pueblo rico en tradiciones, esfuerzo y la perseverancia para vencer los retos naturales.
Nuestro estado ha servido de inspiración para muchos autores musicales, himnos y ha propiciado además el desarrollo de grupos “norteños“ cuya identidad es exclusiva por sus talentos y tipo de música.
Hoy, Sonora destaca por su modernidad y por combatir las adversidades climáticas con rotundo éxito.
Encanta a los visitantes con sus numerosos espacios turísticos, la hospitalidad de su gente, gastronomía y con los rastros de historia que prevalecen en construcciones, petroglifos, fósiles y tradiciones indígenas convirtiendo esta tierra en un lugar mágico.

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